martes, 2 de mayo de 2017

El profesor Ismaila

El título de profesor está tan devaluado que se utiliza para casi cualquier cosa. No hay mas que leer la nota que me dejaron el otro día en el limpiaparabrisas de mi coche en Zaragoza. 

Esto es ciencia y eficacia, y en jerga altoaragonesa, lo demás son "ostietas". Como decía mi abuela, el tal profesor es como el palico de la gaita, que para todo sirve y para nada aprovecha.

Como podéis ver, he borrado el número de teléfono no vaya a ser que alguien se anime y le esté promocionando el negocio al colega.

¡Lo único que le falta es eliminar las "energías negativas"! (aunque creo recordar que para eso está una tal "bruja Lola").

Que conste que se me ha pasado por la cabeza recomendárselo al Departamento de Educación del Gobierno de Aragón, a ver si resulta que es este "profesor" el que les resuelve los líos judiciales en que andan metidos.

Por cierto, resulta que el tal Ismaila ha creado escuela, porque su colega profesor David hace más o menos lo mismo (¿o igual es al revés?), aunque añade que es especialista en impotencia sexual (¿¿??), en exámenes (pues no se nota nada) y en protección contra las armas blancas y de fuego (debe facilitar corazas de kevlar o algo parecido).