jueves, 21 de noviembre de 2019

La vida es solo química

¿Cuántas veces os han dicho a la cara lo malo que es un producto porque tiene mucha química o es solo química? Con tono peyorativo además, y sabiendo que eres químico.

La última vez fue el otro día, en el que una conocida, fanática de las tiendas bio, puso a parir tropecientos productos alimentarios porque eran "todo química", en especial por los conservantes añadidos que llevan.

Como soy perro viejo y ya me sé la película, me limité a decir que el E-300 es el ácido ascórbico o vitamina C, y que el E-330 es el ácido cítrico, presente en los limones, naranjas y cítricos en general. Ambos, malos malísimos de la muerte. Y añadí que, como en todo, los excesos son malos, que el agua es estupenda pero te puedes ahogar en ella, y que guste o no guste, la vida es química.

Y al día siguiente me encontré con la noticia a la que se refiere el título. Se entrevista a Robert Kornberg, premio nobel de Química en 2006 por desentrañar las conversión del ADN en ARN. Explica la relación entre las mutaciones, el cáncer, y el envejecimiento, y valora la investigación que se realiza en estos campos. 

Además de por los argumentos que se proponen para justificar el título, lo que más me llamó la atención del artículo fue que es políticamente incorrecto hasta decir basta, ya que afirma literalmente que "Es curioso, porque puedes no saber nada sobre Cervantes o Shakespeare y tener una vida muy productiva. Pero si no sabes nada de química, en mi opinión, no te beneficias de todo lo alcanzado por la civilización". ¡Como para decirlo en el Instituto, porque se lía parda!

Merece la pena leer el artículo, publicado en El País Digital el 8 de julio de 2019, así que os dejo el enlace.