sábado, 9 de noviembre de 2019

Molan los moles ¡pero no en los libros de texto!

El planteamiento y explicación de la magnitud cantidad de sustancia y de su unidad el mol se hace en todos los libros de texto de Física y química de 4º de ESO, en alguno de 3º y en ninguno de 2º (al menos de los que he revisado), pero todos tienen en común que lo hacen bastante regular, por no decir mal: tengo la impresión de que por intentar simplificar los conceptos se cae de lleno en errores terminológicos.

Eso sí, las operaciones con moles salen bien en todos los casos -faltaría más- utilizando continuamente el término "número de moles": es algo generalizado preguntar "calcular el número de moles" de reactivos o productos, como sucede por ejemplo en las pruebas de EVAU de Química de la Universidad de Zaragoza.

De entre los muchos libros de texto que he revisado en casi 40 años en la brecha, solamente hay uno que lo plantea con corrección, el de Física y química de 4º de ESO de la Editorial Teide de 1998 cuyo autor es Aureli Caamaño. Lo único a señalar sobre él es que no explica por qué el número de Avogadro tiene el valor que tiene y no otro, detalle que para mí es la clave del asunto (¡y que ahora es coautor del libro de SM que se indica más adelante, en el que la cosa ya no está tan bien resuelta!).

Para plantear el asunto sin errores lo único que hay que hacer es partir de que la cantidad de sustancia es una magnitud fundamental del Sistema internacional y utilizar la definición de mol para relacionar la masa de una sustancia (que podemos medir en el laboratorio) con el número de partículas que hay en esa masa de sustancia (que no podemos contar, pero es la que nos hace entender cómo se produce una reacción química a escala de partículas). ¡Con lo sencillo que es tener claro que un mol de cualquier sustancia tiene una masa de M gramos (pero NO es M gramos) y en él hay NA partículas (pero NO es NA partículas)!

En la entrada ¡Un mol, dos moles, tres moles! explico cómo he planteado este asunto durante muchos años en mi centro de trabajo, después de reflexionar y buscar acuerdos con los compañeros que han ido pasando por el departamento. 

Pero como parece que resulta ser un asunto muy complicado, vamos al lío: las fotos son de cinco textos de muy reputadas editoriales, para dejar claro que eso de que el concepto de mol se explica bastante mal ni es una manía ni es infundada.

Y espero que nadie se sienta molesto con esta historia, pero las cosas son como son, y a las pruebas me remito.

 1. Física y química de 3º de ESO de la Ed. Anaya  2015 página 134


La cantidad de sustancia no da cuenta de nada. ¿Y qué es eso de unidades fundamentales? Puestos a no usar la definición de mol, es muy fácil e intuitivo hablar de partículas.


2. Física y química de 4º de ESO de la Ed. McGraw Hill  2016 página 76


El mol no es una cantidad interesante ni no interesante, ni es una cantidad de átomos: es una cantidad de sustancia.


3. Física y química de 4º de ESO de la Ed. Santillana 2016 página 99


¿Un mol de átomos es la cantidad de un elemento equivalente a la que indica su masa atómica pero expresada en gramos? Será cantidad de sustancia y no equivale a nada. Pero luego habla de un mol de una sustancia, supongo que como alternativa al elemento de la definición anterior.

Y las igualdades de la derecha son FALSAS porque están mal expresadas: 1 átomo de O = 16 u y 1 mol de O = 16 g (bien escritas serían m(O)= 16 u y M(O) = 16 g).


4. Física y química de 4º de ESO de la Ed. SM 2016 página 76


Todas las igualdades son FALSAS porque están mal expresadas.


5. Física y química de 3º de ESO de la Ed. Vicens Vives 2015 página 126


Todas las igualdades son FALSAS porque están mal expresadas.

viernes, 8 de noviembre de 2019

Nuevas técnicas de eliminación del dióxido de carbono

Parece ser que se ha desarrollado una nueva técnica para eliminar el CO2, mucho más eficaz que las que hasta ahora se están utilizando. Consiste en descomponerlo catalíticamente y transformarlo en carbono puro, muy fácil de almacenar y que además tiene usos industriales. La noticia aparece en El Mundo Digital del 27 de febrero, donde puedes leer la noticia entera.

Central térmica de Belchatow en Polonia 

"Un grupo de investigadores en Australia ha desarrollado un método para transformar el dióxido de carbono (CO2) en un material sólido, similar al carbón, un avance que podría revolucionar el enfoque mundial sobre captura y almacenamiento de este gas de efecto invernadero. La viabilidad de retirar y transformar el CO2 presente en la atmósfera se ha venido debatiendo durante más de una década en las reuniones internacionales sobre cambio climático y en los círculos académicos, pero no ha sido hasta estos últimos años cuando los primeros ensayos serios están comenzando a materializarse.

Anteriormente el CO2 sólo se había conseguido convertir a estado sólido a temperaturas extremadamente altas, lo que lo hacía inviable a escala industrial", señala el investigador de la Universidad RMIT de Melbourne Torben Daeneke, coautor del hallazgo cuyos detalles aparecen este martes en Nature Communications. "Pero gracias a los metales líquidos que hemos utilizado como catalizadores, demostramos que también es posible lograrlo a temperatura ambiente, en un proceso que es a la vez eficiente y escalable".