Una de las reacciones químicas más sencillas y vistosas es la de la descomposición del agua oxigenada activada por un catalizador. El desprendimiento de oxígeno se puede aprovechar para espumar detergente líquido y producir un efecto espectacular, en la reacción que se suele llamar "la pasta de dientes del elefante".
Lo que pasa es que aunque hay muchos vídeos en la red que son casi alucinantes, no es tan sencillo conseguir una buena reacción. Después de hacer unas cuantas "probatinas", os doy una receta que funciona: en una probeta de 250 mL añadid 100 mL de agua oxigenada del 30%, 50 mL de jabón líquido concentrado y lo mezcláis con una varilla de vidrio. Después podéis añadir cualquier colorante que tengáis a mano; el colorante alimentario de paella es suficiente para dar un colorcillo interesante.
Por último, solo falta una cucharada de ioduro de potasio (digamos que media cucharada sopera o una de postre), y ya se puede ver cómo sale la espuma como si fuera la pasta de dientes de un tubo de dentífrico, consistente y calentita.
El sonido del vídeo tiene su gracia, porque estábamos los tres resoplando de pura juerga viendo cómo salía la espuma. ¡Menos mal que disfrutamos estos ratos! (¡Ah, y el vermut de los jueves que no falte!).
Lo que pasa es que aunque hay muchos vídeos en la red que son casi alucinantes, no es tan sencillo conseguir una buena reacción. Después de hacer unas cuantas "probatinas", os doy una receta que funciona: en una probeta de 250 mL añadid 100 mL de agua oxigenada del 30%, 50 mL de jabón líquido concentrado y lo mezcláis con una varilla de vidrio. Después podéis añadir cualquier colorante que tengáis a mano; el colorante alimentario de paella es suficiente para dar un colorcillo interesante.
Por último, solo falta una cucharada de ioduro de potasio (digamos que media cucharada sopera o una de postre), y ya se puede ver cómo sale la espuma como si fuera la pasta de dientes de un tubo de dentífrico, consistente y calentita.
El sonido del vídeo tiene su gracia, porque estábamos los tres resoplando de pura juerga viendo cómo salía la espuma. ¡Menos mal que disfrutamos estos ratos! (¡Ah, y el vermut de los jueves que no falte!).