Algo de espectáculo en Halloween nunca está mal, sobre todo si se trata de mantener la atención de más de 200 chicos y chicas con un poco de circo químico: la carbonización del azúcar por acción del ácido sulfúrico concentrado y la reacción de la pasta de dientes del elefante. Total, no cuesta nada hacer teatro, y el personal lo agradece una barbaridad. ¡Eso sí, el año que viene habrá que ir con un disfraz como Dios manda y con una puesta en escena más elaborada!
Si quieres ver más información, fotos, recetas para los experimentos, etc, puedes encontrarlas en The Laborratorry of terrror, dentro de OChoben, que es el blog del IES Domingo Miral.