Esta es la obsesión de muchos alumnos. ¿Pero no hay más elementos? ¿Dónde se acaba la tabla periódica? ¿Cómo se llaman esos que solo tienen un número?
Pues algo hemos avanzado para despejar incógnitas: hace unos días se han publicado los nombres de los cuatro últimos elementos químicos conocidos. Las normas de la IUPAC establecen que se deben referir a un lugar, una región geográfica o un científico, y en este caso también se aplican:
113: Nihonio (de Nihon, Japón)
115: Moscovio (este es evidente, de Moscú).
117: Téneso (del estado americano de Tennessee).
118: Oganesón (del científico Yuri Oganessian, que es el segundo que tiene el honor de que estando vivo se le asigne el nombre de un elemento químico).
Estos nombres se añaden a los cuatro que se fijaron antes: 111, Roentgenio; 112, Copernicio; 114, Flerovio, y 116, Livermorio.
¡Por fin está llena la séptima fila de la Tabla Periódica, y ya no hay sensación de vacío incontrolable!