No sé si vosotros lo habréis hecho alguna vez, pero entre mis amigos era muy habitual decirnos cuando no llegábamos a entender algo científico y objetivo que "mejor te dedicas a la poesía". Y que conste que no era peyorativo; simplemente hacíamos la broma de que para nosotros la poesía era casi siempre ininteligible, interpretable y subjetiva, y que nos parecía poesía eso que tratábamos de entender y nos quedábamos a mitad de camino.
¿Y a santo de qué viene esta historia de hace ya muchos años? Pues resulta que un compañero que estuvo un año en el Domingo Miral, Álvaro Álvarez, doctor en Química por más señas, ha publicado un libro de poesía titulado "Materia", y me invitó a la presentación del pasado jueves día 23 de noviembre. Allí estuvimos su familia, compañeros de trabajo, amigos y también sus colegas del grupo de rock (indefinible) "Down to agony".
Ya sabéis, Ciencia y Poesía. Podría parecer que polos opuestos, aunque quizá sean dos formas complementarias de ver la misma realidad. Lo difícil es ponerlo negro sobre blanco, y hay que ser científico para hacerlo. Álvaro, desde la perspectiva que le han dado dos situaciones personales muy difíciles, lo ha conseguido.
Y para qué entrar en más detalles (electrones, átomos, ondas, transmutación, entropía, etc). Como el libro es cortito lo mejor es leerlo (además de en la web, se puede conseguir en la librería Antígona de Zaragoza).
Eso sí, no puedo resistir la tentación de reproducir la primera poesía, que da una idea muy clara de lo que va después.
delimita una región
del espacio
en la cual
la probabilidad
de que la poesía
habite
es del noventa y nueve
por ciento.
Esto nos da la posibibilidad
de buscarla,
descodificarla
y convertirla en onda
y
corpúsculo,
capaces de emocionar
más allá de la región
que el orbital
determina.
(En la foto estoy con Álvaro y Ruth, también excolega del Domingo Miral y amiga; él me regaló una edición especial de un vinilo de su grupo, y ella el libro, así que me volví a Jaca más contento que chupillas).