Ocurrió en 1931, en la presentación de la película “Luces de la Ciudad”. El cómico invitó a Einstein al estreno, y en el transcurso de la conversación, el físico elogió a Chaplin diciéndole:
– Lo que he admirado siempre de usted es que su arte es universal; todo el mundo le comprende y le admira.
A lo que Chaplin respondió:
– Lo que he admirado siempre de usted es que su arte es universal; todo el mundo le comprende y le admira.
A lo que Chaplin respondió:
– Lo suyo es mucho más digno de respeto; todo el mundo le admira aunque prácticamente nadie le comprende.