miércoles, 3 de octubre de 2018

Sulfitos

Los conservantes alimentarios tienen mala fama, seguramente inmerecida en muchos casos. Ahora están de moda los alimentos naturales, sin tratamientos químicos y sin conservantes ni colorantes. Desde luego que el uso indiscriminado de esas sustancias puede producir efectos nocivos, pero de ahí a descartarlos va un gran trecho. En fin, como en casi todo, hay argumentos a favor y en contra.


Revisando el otro día la carta de un restaurante, encontré al final la carta de alérgenos y me llamaron la atención los sulfitos. Resulta que "la normativa europea actual obliga al etiquetado de todos los alimentos que contengan sulfitos. A menudo a las carnes manipuladas se le añaden sulfitos. Los sulfitos y bisulfitos son sustancias derivadas del azufre y utilizadas como antioxidantes o conservantes. La normativa europea obliga a etiquetar cualquier alimento que contenga sulfitos en concentraciones superiores a 10 mg/kg o 10 mg/l, y estos productos deben ser declarados con el término sulfito o dióxido de azufre (E-220, E-221, E -222, E-223, E-224, E-225, E-226, E-227 y E-228). Los sulfitos pueden ser responsables de reagudizaciones asmáticas en pacientes con asma. Los alimentos y/o bebidas que con mayor frecuencia contienen sulfitos son el vino (que contiene sulfitos producidos durante la fermentación), otras bebidas alcohólicas o no alcohólicas envasadas (zumos, mosto, sidra), alimentos envasados, alimentos precocinados, conservas, alimentos ultracongelados y vinagre. Aparte de síntomas respiratorios, los sulfitos también pueden ocasionar molestias digestivas y/o cutáneas."

¿Qué me llamó la atención? En primer lugar, el icono: después de darle vueltas, todavía sigo buscando la razón de poner E-X y debajo lo que parece la fórmula del naftaleno para indicar dióxido de azufre y sulfitos. Que conste que he buscado con interés, y así he encontrado otros iconos que también se usan.





En los otros tres iconos se representa la fórmula del dióxido de carbono, pero el nombre indicado es sulfito. ¡Todo queda clarísimo!

Y para terminar de liarla, resulta que ¡los sulfitos no son realmente alérgenos! ¿Cómo se explica ésto? La explicación se basa en que los sulfitos, aunque no condicionan reacciones alérgicas en un sentido estricto (es decir, reacciones mediadas por el sistema inmunitario), sí pueden producir reacciones de intolerancia. Es necesario precisar la diferencia entre alergia alimentaria e intolerancia alimentaria: en el primer caso interviene la inmunoglobulina E (IgE) y en el segundo no, tal y como sucede con los sulfitos. Para más detalles, acceder al artículo "El alérgeno del mes: la intolerancia a los sulfitos".