Estamos a mitad de noviembre y todavía se puede pasear porque la temperatura es buena. Eso sí, en Madrid parece que el frío no es polar, sino bastante más que eso si nos fijamos en este termómetro situado en el exterior de una cafetería del paseo del Prado. Lo he visto dos días seguidos con temperaturas de ese estilo, así que funciona, pero mal, y parece que no hay ningún interés en arreglarlo.