domingo, 20 de octubre de 2019

Los coches eléctricos y la "contaminación"

¡Ay, ay, ay, que la cosa se complica!

Durante muchos años se ha estado diciendo por todos lados que los coches de gasoil contaminan menos que los de gasolina, y aunque sen un poco más caros, el combustible es más barato (aunque ahora tienen un coste muy parecido). Y ahora llevamos una buena temporada en la que se está demonizando el gasoil, de forma que cada vez se venden menos coches con ese combustible y más de gasolina.

Pero ahora ha entrado en juego la electricidad como combustible, y se está promocionando el uso de coches eléctricos, incluso con ayudas estatales, con el principal argumento de que no contaminan al no producir CO2.


¡Dos errores! El primero, el de siempre, ya que el CO2 no es un contaminante, aunque un incremento incontrolado en el aire contribuye a que el efecto invernadero sea más notorio, con los problemas que eso conlleva.

El segundo es el que resulta llamativo: hay un estudio publicado en libremercado.com en que afirma que los coches eléctricos emiten más CO2 que los diésel, ya que hay que tener en cuenta el proceso de fabricación de las baterías y no solo el funcionamiento del coche. 

"Un nuevo estudio realizado por científicos alemanes ha dejado una curiosa reflexión: los coches eléctricos emiten más CO2 que los diésel. Cuando se tiene en consideración las emisiones de CO2 relacionadas con la producción de baterías y el mix energético alemán, donde el carbón sigue desempeñando un papel importante, los vehículos eléctricos emiten entre un 11% y un 28% más de CO2 que sus homólogos de combustión con diésel, según el estudio presentado por el Instituto Ifo de Munich.

La minería y el procesamiento del litio, el cobalto y el manganeso que se utilizan para las baterías de los eléctricos consumen una gran cantidad de energía. Una batería Tesla Modelo 3, por ejemplo, representa entre 11 y 15 toneladas de CO2. Los autores Christoph Buchal, Hans-Dieter Karl y Hans-Werner Sinn señalaron en su estudio que estas baterías tienen una vida útil de 10 años y una capacidad para recorrer 15.000 kilómetros anualmente.

Por todo ello, también aseguran que se debe contabilizar el CO2 emitido para producir la electricidad que alimenta a estos vehículos. Y concluyen que, cuando se consideran todos estos factores, cada Tesla emite de 156 a 180 gramos de CO2 por kilómetro, más que un vehículo diésel de las mismas características producido por la compañía alemana Mercedes, por ejemplo.

Por lo tanto, los investigadores alemanes no están de acuerdo con la afirmación de los funcionarios europeos, quienes señalan que estos vehículos eléctricos son de cero emisiones. Señalan, además, que el objetivo de la UE de 59 gramos de CO2 por km para 2030 corresponde a un consumo "técnicamente poco realista" de 2,2 litros de diésel o 2,6 litros de gas por cada 100 km.

De hecho, estos nuevos límites fijados por la Unión Europea están presionando a las principales empresas automovilísticas a cambiar su modo de producción. Según los investigadores, hubiera sido preferible optar por motores de gas, "cuyas emisiones son un tercio menos que las de los motores diésel".

Tal y como señalan en el portal especializado Autopista, consultorías como Bernstein han elaborado informes en los que se comparan distintos modelos para comprobar cuáles son las emisiones totales de dióxido de carbono (CO2) durante toda la vida útil del vehículo (o ciclo de vida). Así, Bernstein ha calculado que un BMW 320i (gasolina) arroja a la atmósfera 22,8 toneladas de CO2, divididas en gasolina consumida (20), extracción y refinamiento del combustible (2,2) y la fabricación (0,6). Por su parte, un Tesla Model 3 eléctrico emitiría 27,1 toneladas de CO2 (21,3 provocadas durante la fabricación de electricidad, 5,2 de la fabricación de baterías y 0,6 durante el ensamblaje del vehículo)."