Paul Simon, después de separarse de Art Garfunkel, lanzó en 1975 un disco que contenía la canción "50 formas de dejar a tu amante". Como yo estaba entonces en plena ebullición juvenil, fue una de esas canciones que me marcaron y que siempre tengo a mano, porque el título da muchísimo juego.
Fíjate y verás que con un par de sencillas adaptaciones la cosa cambia a "4 formas de dejar tu vida". ¿Qué le pasa por la cabeza al profe de Física de la imagen? Seguramente debe estar experimentando el "efecto secundaria", le traiciona el subconsciente y plantea cuatro situaciones que dejan muy claro lo que está pensando.
Por cierto, ¡no vas a quedarte sin oír la canción! (las versiones que hay en directo en la web son regularcillas, así que ahí va el sonido de la original aunque sea a imagen fija).