Todo el mundo sabe que los polos iguales de los imanes se repelen y que los contrarios se atraen. En este dispositivo la corriente eléctrica produce un campo magnético que contrarresta el peso del globo terráqueo, que queda levitando.
En realidad, al desconectar la corriente, además de apagarse las luces LED, el globo queda atraído por el imán de la parte superior, y se queda pegado arriba. El efecto magnético de la corriente compensa en parte esa interacción, de manera que se iguala al peso a aproximadamente 3 cm de la parte superior: colocando allí el globo, queda flotando, y si se le da un pequeño impulso gira durante un buen rato, ya que el rozamiento es muy pequeño.
Además de la aplicación didáctica que supone ver un objeto levitando, queda muy bien como elemento decorativo, y es un aparato asequible: se encuentra en Internet a partir de unos 20 euros, dependiendo del modelo.