Los tiempos agitados que vivimos en la política española están dando juego hasta para hacer chistes científicos, como éste del Supermaño de Calvo en el Heraldo de Aragón, con su vórtice interdimensional, que debe ser algo parecido a una puerta teletransportadora o a un agujero de gusano.
La próxima vez que vaya a la playa y pase de Teruel a Castellón, miraré a ver si a la altura del cartel que indica el cambio de autonomía hay alguna alteración espacio-temporal, no vaya a ser que por arte de birlibirloque me desvíe en el espacio y en el tiempo y aterrice en el reino medieval de Cataluña.