Ya sé que es un asunto muy serio y que parece que no pinta nada en este blog. Es lo que pensé cuando me lo mandaron, sobre todo porque yo nunca me he preocupado por este asunto: me preocupa más que se entiendan los fundamentos de la ciencia y que se tengan conceptos básicos y técnicas de razonamiento bien asentadas antes que los convenios y los formulismos.
Pero al darle un vistazo he encontrado unos cuantos aspectos muy interesantes, sobre todo por las recomendaciones de uso en la enseñanza secundaria y la descripción de los errores más habituales en los libros de texto, con dedicación especial a tres de esos libros.
Y reconozco que he aprendido unas cuantas cosas, unas porque desconocía el convenio (no se admite fosfina para el trihidruro de fósforo, sino que se llama fosfano), por matices químicos (el HCl se nombra cloruro de hidrógeno, ya que el ácido clorhídrico es el nombre de su disolución acuosa) o puramente léxicos (arsenuro, no arseniuro).