¡Eso es un sueño hecho realidad! Hay que ser muy friki para dedicar recursos a fabricar un sable láser funcional, incluso más peligroso que los que aparecen en las pelis de Star Wars.
Eso sí, no es portátil, porque necesita una fuente de alimentación constante, y tiene un color anaranjado que no se puede cambiar. ¡Pero es un trasto genial!
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