Resulta que los hipofosfitos son la panacea universal como reconstituyente para estar sanísimo, pero desde los tiempos de la misma Maricastaña. No hay más que ver los anuncios siguientes, publicados en la década de 1920. Por cierto, me recuerdan a un producto posterior, la quina Santa Catalina, ¡que da unas ganas de comer!
Para ella
Para los niños
Para él
Para todos
Como decía una amiga hace muchos años: esto es para ir a mear y no echar gota.