martes, 17 de mayo de 2022

La regla ... de tres

La presidenta de la comunidad de Madrid no se distingue precisamente por ser discreta y comedida. Y como quien mucho habla, mucho yerra, suele meter la pata hasta el corvejón cada vez que abre la boca. Una de las últimas veces, opinando sobre la iniciativa para permitir bajas laborales por reglas menstruales dolorosas.

Como publica El Mundo, ha dicho que a ella "la única regla que le importa es la regla de tres, que es la que quieren quitar de las matemáticas con perspectiva de género". Es que la pobre no sabe de lo que está hablando por querer hacerse la graciosilla: yo estoy encantado de que la quiten (si lo hacen, que no me lo termino de creer), porque es un instrumento que genera muchos más problemas de los que resuelve, y desde luego no tiene nada que ver con la perspectiva de género.

Hace no mucho publiqué una entrada sobre la presunta utilidad de las reglas de tres en la Química, porque hay quien dice que trabajar con proporciones es lo mismo que hacer reglas de tres, y por tanto hay que trabajar con factores de conversión al hacer cálculos estequiométricos. En mi opinión, lo más importante es aplicar la constancia de las proporciones de combinación, que es la ley fundamental de la Química.

Señora Ayuso, resolvamos el siguiente problema: si se hacen 4 bocadillos con 2 barras de pan ¿cuántas barras habrá que comprar para hacer 24 bocadillos?

Planteamiento con la famosa regla de tres, así con la multiplicación en cruz por decreto-ley.


Ahora con proporciones, en el que con el planteamiento se entiende el problema, y el cálculo que se realiza es idéntico, pero sin tener que despejar una expresión artificiosa.

Además, esta constancia de la proporción (2 bocadillos por cada barra de pan) es la que se utiliza en Química para realizar cálculos estequiométricos.